Cuando fabricamos o nos regalan un juguete queremos enseñárselo a las personas que tenemos más cercanas: nuestras compañeras y compañeros de escuela, nuestras vecinas y vecinos, nuestras amigas y nuestros amigos.
Podemos jugar a solas con la pelota de fútbol o baloncesto que apenas nos han regalado, pero mucho preferiríamos hacerlo con personas amigas. Podemos inventar un juego solitario de metras (o pichas) pero será más emocionante y divertido si lo hacemos con otros seres con los cuales compartimos intereses y aficiones.
El juguete, si lo piensas un poquito, notarás que es un elemento que nos ayuda a relacionarnos con nuestro entorno.
El juguete nos permite compartir, hacer nuevas amistades, generar nuevos lazos. El juguete puede ser la puerta de salida de nuestro hogar hacia el mundo exterior.
De alguna manera, normalmente preferimos jugar en compañía que jugar a solas. Generalmente resulta más divertido compartir nuestros juguetes y nuestro tiempo.
Pero no siempre el juego es causa del placer. ¡Cuantas veces nos peleamos a causa de juegos y juguetes! ¡Golpes, patadas, lágrimas y trompadas también tienen que ver y mucho con los juguetes!
Texto: Mauricio Rodríguez Ferrara.
Cortesía de: Mario Calderón.
Dirección: Casa del juguete, Millas, Mérida Edo. Mérida.
www.mariocalderon.com
Compartir esta nota